Prostitución para los soldados japoneses en la II Guerra Mundial

esde antes de la Segunda Guerra Mundial, la prostitución era una actividad legal en Asia y en el Japón.
Las "mujeres confort" (“ianfu”), eufemismo creado por los japoneses, existían desde la época de los samuráis, como una medida para evitar las violaciones por los soldados durante las guerras, y para satisfacer las necesidades de la tropa.
Por costumbre, las autoridades de una comarca que era vencida, organizaban los servicios sexuales con prostitutas (“Karayuki-san”), como medio para proteger a sus mujeres del acoso de los vencedores.
En China, tanto las “karayuki-san” como las “Ah Ku” (prostitutas chinas), trabajaron en prostíbulos militares donde las prostitutas, para servir a las tropas japonesas durante la ocupación, eran denominadas "jugun-ianfu".
Pero la historia del tráfico de mujeres en Asia data desde 1870, y se incrementó a partir de 1919, cuando el gobierno de Japón declaró ilegal el ejercicio de la prostitución.
Las mujeres japonesas y chinas eran reclutadas en los puertos de ambos países y luego eran transportadas en las bodegas de vapores mercantes británicos y holandeses o hasta en saipanes, para poblar los burdeles del sudeste asiático.
Eso ocurrió desde 1870 hasta 1940, estas mujeres prestaban servicio a los soldados coloniales e inmigrantes de las potencias europeas, en condiciones muchas veces infrahumanas.
Sin embargo, muchas de ellas también lograban enviar dinero a sus hogares, aunque la mayoría jamás regresó a casa, pues eran esclavizadas, vendidas y entregadas para saldar deudas que muchas veces los mismos tratantes de blancas provocaban.
El libro "Ah Ku and Karayuki-san: A History of Prostitution in Singapore, 1880-1940", (“Ah Ku y Karayuki-san: Una Historia de Prostitución en Singapur, 1880-1940”), de James Francis Warren, relata la desgraciada vida de esas mujeres que, muchas veces, con engaños, eran embarcadas al sudeste asiático.
El Ejército Imperial Japonés también reclutó mujeres en Corea para atender a las numerosas tropas japonesas en las islas del Pacífico, pero en ciudades como Singapur encontraron a las prostitutas chinas y japonesas que atendieron en prostíbulos a soldados británicos, antes de ser derrotados.
En los burdeles, las prostitutas (“ianfu”), que atendían a un promedio de 100 hombres diarios, a cada uno le dispensaban solamente 3 minutos, menos de la mitad del tiempo que se requiere para una cópula normal.
Las "chicas de confort", procedían de clases bajas de Corea.
Su forma de vida y de trabajo, fue puesta en el tapete hace algunos años (en diciembre del año 2000) cuando movimientos feministas divulgaron la forma como funcionaban las "Casas de Confort" y la forma como esas mujeres fueron reclutadas.
Según esos movimientos feministas (tales como el “Tribunal Internacional de Mujeres sobre Crímenes de Guerra para el Enjuiciamiento de la Esclavitud Sexual a manos del Ejército Japonés" (o “Tribunal de Tokio”) , las mujeres escogidas eran vírgenes, para evitar que contagiaran a las tropas con enfermedades venéreas.
Eran transportadas a Japón con engaños y luego violadas a punta de pistola y esclavizadas.
Se las esclavizada durante unos 4 años.
Se les obligaba a trabajar sirviendo a 100 hombres diariamente sin, o con muy poca, paga.
No tenían libertad, trabajaban en lugares inadecuados, antihigiénicos y con escasa atención médica.
Si trataban de escapar, eran asesinadas.
Esas organizaciones feministas estiman que, entre 75 y 95% de esas mujeres, fueron muertas durante la guerra.
Recientemente, el gobierno japonés pidió disculpas a Corea por el trato que recibieron las mujeres.
Muchos piensan que esas disculpas fueron forzadas por la presión internacional e interna, más que porque el gobierno japonés tuviera la convicción que todos los horrores, que las organizaciones feministas presentaron como pruebas, fueran verdad.
De cualquier forma, el caso de las "chicas de confort" coreanas es todo un movimiento social que no parece terminar, a pesar de que las mujeres supervivientes que exigen reparaciones económicas, son muy pocas.
La forma de cómo esos grupos feministas describen a las "casas de confort" y el trato que recibían las "chicas de confort" contrasta con un interrogatorio hecho en 1945, cuando las primeras "chicas de confort" fueron capturadas en Birmania por las tropas de EEUU.
La sofisticada organización de ese servicio de las prostitutas fue conocida por el interrogatorio al finalizar la guerra.
El caso del control de la prostitución en Japón después de la rendición, merece un artículo aparte (que lo abrá).
Fue aprobado por el gobernador militar de Japón durante la ocupación.
Por último, es bueno recalcar que en los últimos años, miles de centímetros de columnas de periódicos y revistas, más otros tantos títulos de libros e incontables horas de radio y televisión, se han empleado para tratar el asunto de las "Mujeres de Confort" coreanas, pero muy pocas personas parecen acordarse de las cientos, tal vez miles, de "Karayuki-san" japonesas y "Ah Ku" chinas, que fueron encontradas por las tropas japonesas en los burdeles de las ciudades del sudeste asiático que fueron conquistando.
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Karayuki-san (prostituta japonesa en Singapur) antes de la guerra
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Geisha
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Prostitutas japonesas en un burdel
Anexo
SE CELEBRA EN TOKIO UN TRIBUNAL DE OPINIÓN PARA ENJUICIAR LOS CRÍMENES DE GUERRA Y CONTRA LA HUMANIDAD COMETIDOS POR EL EJÉRCITO JAPONÉS EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL CONTRA LAS MUJERES.
El "Tribunal Internacional de Mujeres sobre Crímenes de Guerra para el Enjuiciamiento de la Esclavitud Sexual a manos del Ejército Japonés" (o "Tribunal de Tokio") es un tribunal de opinión cuya celebración está prevista entre los días 8 y 10 de diciembre de 2000; obedece a una iniciativa de mujeres, en asociación y solidaridad con expertos y abogados internacionales, con vistas a sentar un precedente para el enjuiciamiento de los crímenes de guerra contra las mujeres desde la perspectiva de los derechos humanos de las mujeres.
Cientos de miles de mujeres jóvenes de la región del Pacífico asiático fueron violadas, o bien engañadas o secuestradas para devenir mujeres sometidas a esclavitud sexual al servicio del Ejército Imperial Japonés durante la Segunda Guerra Mundial.
A estas mujeres se les hacía prisioneras por períodos que oscilaban de una semana hasta más de cuatro años.
Se trata de una iniciativa colectiva de las víctimas de los distintos países donde estos actos fueron perpetrados, es decir: Filipinas, Corea del Norte y del Sur, China, Taiwan, Indonesia, Holanda, Malasia y Japón.
El Tribunal viene siendo preparado desde 1998 por conocidos y reputados defensores/as de derechos humanos, abogados/as, historiadores/as, académicos/as, investigadores/as y las propias supervivientes.
En este final de milenio, el Tribunal de Tokio pretende que las víctimas, de edad ya avanzada, puedan llegar a vivir lo que es la justicia.
Fueron muchos los países víctimas de la guerra de agresión y colonización desencadenada por Japón en la región Asia-Pacífico durante la década de los años 30 y 40.
Se extienden éstos a lo largo de una franja que va desde el Pacífico hasta Asia Oriental y Suroriental.
Los archivos históricos revelan que el Ejército Imperial Japonés implantó sistemáticamente centros destinados a la prostitución forzosa de mujeres en todos los países ocupados y colonizados.
En 1991, Kim Hak Soon fue la primera mujer víctima de estos crímenes en hacer pública su historia.
Poco después, mujeres de otros países, Corea del Norte, Filipinas, Indonesia, Taiwan, China, Malasia, y las mujeres holandesas que fueron hechas prisioneras en Indonesia, rompieron sus 50 años de silencio para dar a conocer sus casos.
Ya son unas 600 las que lo han hecho.
Organizaciones de mujeres, organizaciones no gubernamentales y la sociedad civil se sumaron a las peticiones de las víctimas en demanda de justicia y de que la violación y la esclavitud sexual fueran reconocidas como crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y genocidio.
Los Gobiernos de Taiwan, Corea del Sur, Corea del Norte, Filipinas y China han pedido al Gobierno japonés en distintas oportunidades que responda a sus responsabilidades derivadas del tiempo de la guerra.
Después de la Segunda Guerra Mundial, la violencia sexual cometida por el Ejército Imperial Japonés no fue enjuiciada por el Tribunal Militar Internacional para el Lejano Oriente, como habían establecido los aliados.
Una excepción vino dada por el juicio de Batavia (Indonesia), en que 35 mujeres holandesas víctimas de estos crímenes llevaron sus casos, contra 12 oficiales del ejército japonés, ante el tribunal de Batavia.
Los cargos se establecieron sobre la base de la comisión de crímenes de guerra y por infracción de las leyes y usos de la guerra.
Esto sucedió en las Islas Orientales Holandesas en 1944.
Uno de los acusados fue condenado a muerte y otros fueron condenados a prisión con penas que iban de los 2 a los 15 años de cárcel.
Este ha sido el único proceso en la historia que ha hecho justicia por estas mujeres.
En nuestros días, el Gobierno japonés continúa negando todo tipo de responsabilidad jurídica por los crímenes de guerra y los crímenes contra la humanidad cometidos contra las mujeres durante la Segunda Guerra Mundial.
En la actualidad se están sustanciando 8 casos interpuestos por mujeres de distintos países que fueron víctimas de estos crímenes y que los han llevado ante los tribunales: Corea del Sur, China, Corea del Norte, Taiwan y Filipinas, ante los tribunales de Tokio y otros distritos, incluido el Tribunal Supremo.
Los tribunales japoneses, no sólo no han reconocido la responsabilidad del Gobierno, sino que además en algunos casos, han rehusado reconocer el hecho en sí mismo de que las mujeres fueron víctimas.
La actitud del Gobierno japonés puede verse reflejada también en la de la Fiscalía del Distrito de Tokio, que en 1994 se negó incluso a recibir el escrito de acusación que le traía un grupo de supervivientes coreanas, haciendo así caso omiso a sus esperanzas y al esfuerzo que realizaron para viajar desde Corea a Tokio para entregarla en mano.
Los tribunales ordinarios en Europa del Este han enjuiciado constantemente los crímenes de guerra cometidos por los nazis y han condenado a 6.000 personas hasta el momento.
En abril de 1999, un tribunal británico condenó a cadena perpetua a un antiguo miembro de la Gestapo. Países como Gran Bretaña y Francia aprobaron en 1990 legislación sobre el procedimiento jurídico a seguir para el enjuiciamiento de los responsables de crímenes bajo el régimen nazi.
La importancia del enjuiciamiento de criminales de guerra en Europa Occidental es creciente.
Del mismo modo, en muchas partes del mundo se reconoce cada vez más la necesidad de poner término a la espiral de impunidad en materia de crímenes guerra cometidos contra las mujeres.
Los dos tribunales ad hoc, para la Ex Yugoslavia y Ruanda, están enjuiciando actos de violencia sexual y esclavitud sexual.
El Estatuto de Roma de 1998 de la Corte Penal Internacional podrá ejercer su competencia sobre este tipo de crímenes, si bien no entrará en vigor hasta que 60 Estados hayan ratificado su Estatuto y carece de competencia sobre los crímenes cometidos antes de su entrada en vigor. <
Al tiempo que las mujeres de Asia víctimas de esclavitud sexual y prostitución forzosa dan el paso hacia adelante y llevan sus casos a la sociedad y los tribunales, miles de mujeres están siendo y han sido también víctimas de violaciones masivas, y otras formas de violencia sexual, en la antigua Yugoslavia, Ruanda, Indonesia, Colombia y en otras situaciones de guerra y conflicto armado.
Es por ello que al término del tribunal, y con ocasión del mismo, se celebrará una Audiencia Pública sobre Crímenes contra las Mujeres en Guerras y Conflictos Actuales; esta audiencia tendrá lugar el 11 de diciembre en Tokio, Japón.
Durante la misma, se escucharán testimonios de crímenes contra las mujeres en situaciones de guerra y conflicto armado que se están cometiendo actualmente en todo el mundo.
La Audiencia Pública se desarrollará durante un día y agrupará a mujeres que han sobrevivido a violaciones en el marco de recientes y actuales situaciones de guerra y conflicto armado.
Esto servirá para ilustrar que la experiencia de estas mujeres víctimas de esclavitud y prostitución forzosa no es algo meramente del pasado y que la impunidad de los crímenes de violencia contra las mujeres persiste en nuestros días.
Las mujeres que presentarán sus testimonios y análisis son de muchos países, entre otros, Sierra Leona, Burundi, Colombia, Guatemala, Puerto Rico, Indonesia, México (Chiapas), Vietnam, Somalia, Burma, Okinawa, Bangladesh, Cachemira, Camboya, Corea, Afganistán, Argelia, y las bases militares de los Estados Unidos.
Se prevé también la celebración simultánea de un foro para hablar de iniciativas de reivindicación y defensa en cada uno de esos lugares, para obtener justicia, tomando experiencias como las de las mujeres que se unieron al movimiento de resistencia, que se organizaron para trabajar en pro de la paz y la justicia.
Esta audiencia pública estará coordinada por el Women's Caucus for Gender Justice (Foro de Mujeres para la Justicia de Género) y auspiciada por AWW-Net Japan y ASCENT.
COMPOSICIÓN DEL TRIBUNAL:
1) Jueces:
Gabrielle Kirk McDonald, USA (Ex Presidenta del Tribunal Penal Internacional para la Ex Yugoslavia).
Carmen Maria Argibay, Argentina (Presidenta de la Asociación Internacional de Mujeres Jueces).
Christine Chinkin, Reino Unido (Experta en Género y Derecho Internacional, Universidad de Londres)
P.N.Bhagwati, India (Vicepresidente del Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, ex Magistrado Presidente de la Corte Suprema de India)
Vitit Muntarbhorn, Thailandia (ex Relator Especial de las Naciones Unidas sobre la venta de niños, la prostitución infantil y la utilización de niños en la pornografía, Profesor de Derecho en la Universidad de Chularonkorn)
Willy Mutunga, Kenya (Presidente de la Comisión de Derechos Humanos de Kenia, Profesor en la Universidad de Kenia)
2) Fiscales Jefe:
Ustinia Dolgopol (Universidad de Flinders, Australia)
Patricia VISEUR SELLERS (Asesora jurídica, Tribunal Penal Internacional para la Ex Yugoslavia
3) Fiscales:
Corea del Sur: Park Won Soon (Abogada de Derechos Humanos)
Corea del Norte: Chuan Nam Yong (Miembro de la Ejecutiva de DPRK, Asociación de Derecho Internacional)
China: Zhou Hongdiao (Vicedirectora del Instituto de Derecho Financiero del Instituto Huadong de Derecho y Políticas).
Taiwan: Huan Chao Yuan (Presidente del Comité de Derecho Internacional de la Asociación de Derecho de Taiwan)
Filipinas: Merlín M. Magallona (Profesor de Derecho y Director del Instituto de Estudios Jurídicos Internacionales, Universidad de las Filipinas, Facultad de Derecho)
Indonesia: Nurshabahani Kajansunkana (Abogada, Presidenta de la Coalición de Mujeres de Indonesia).
COMITÉ INTERNACIONAL ORGANIZADOR
País agresor:
Japón: VAWW-NET Japón
Países víctimas:
Corea : The Korean Council for the Women Drafted for Military Sexual Slavery by Japan (Consejo Coreano de Mujeres Forzadas a Esclavitud Sexual por el Ejército Japonés).
Filipinas: Asian Center for Women's Human Rights (Centro Asiático para los Derechos Humanos de las Mujeres) <BR>China : Shanghai Research Center on "Comfort Women" (Centro de Investigación de Shanghai sobre "Comfort
Fuentes
- Chai, Alice Yun. "Asian-Pacific Feminist Coalition Politics: The Chongshindae/Jugunianfu ('Comfort Women') Movement." Korean Studies v.17, 1993: 67-91.
- Bailey, Beth and David Farber. "Hotel Street: Prostitution and the Politics of War." Radical History Review Winter, 1992: 54-77.
- Insa Meinen (35), Studium der Diplom-Pädagogik und Sozialwissenschaften, Doktorandin im Fach Geschichte, Stipendiatin des DAAD, führte unter der Leitung von Prof. Dr. Werner Boldt und Prof. Dr. Ahlrich Meyer ein Forschungsprojekt zum Thema "Wehrmacht und Prostitution während des Zweiten Weltkriegs im besetzten Frankreich" durch, das von 1996 bis 1998 von der Volkswagen-Stiftung finanziell gefördert. wurde.
- Japón se disculpa sobre el caso de sexo durante la Segunda Guerra Mundial,
Kiichi Miyazawa, The New York Times, 18 de Ene 1992, v141 ,p2(N) p2(L), col 1.
- “Ah Ku and Karayuki-san: A History of Prostitution in Singapore, 1870-1940”, de James Francis Warren, Singapore: Oxford U.P., 1993. (En venta en Amazon por 25€, primera mano: http://www.amazon.com/dp/9971692678?tag ... amp=211189 )
- http://guiagenero.mzc.org.es/GuiaGenero ... 00071.html.
- Exordio.

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